† Office of Bishop Myron J. Cotta, D.D.

Bishop’s Reflection for the Month of January 2020

A Blessed and Happy New Year to all!

As we welcome 2020 and anticipate the joys and challenges of the New Year, let us be open to the graces God has in store for us as the clergy, religious and laity of the Diocese of Stockton.

As we begin this New Year, the month of January can help to set the tone for the whole year. The Christmas Solemnities and celebrations of January give us severa l spiritual steppingstones on our journey into 2020.

On the very first day of January, we are reminded of the role of the Blessed Virgin Mary. With the Solemnity of Mary, Mother of God, the Church directs our attention to the protection and prayerful inte rcession of Our Lady in this New Year.

Next, with the Solemnity of the Epiphany of the Lord, we are to make an extra effort in the New Year to imitate the Magi so as to “adore” Jesus as Lord of our lives. We must be willing to grow in our relationship wit h Jesus if we are to proclaim his gospel as his disciples. We are called to lay down our gifts and talents before him in this New Year.

As the Magi were warned in a dream to go home by another route, we too must begin this year on a different road. We are to avoid the detours that distract us from “the way.” This year, 2020, will ask us to direct our lives to journey together on the road of repentance, ongoing conversion and evangelization. This is a challenging route, but at the same time, it is one fille d with graced opportunities. These opportunities will assist us to grow in holiness.

Throughout the year we must persevere on the right path in order to avoid the spiritual obstacles and stumbling blocks along the way. In so doing, we, as were the Magi, will be delivered and escape the traps of the “spirit of Herod” which attempts to deceive and destroy us.

Following Epiphany, we will celebrate the Feast of the Baptism of the Lord. Even though the Christmas season will come to a close with this Fea st of the Lord, it will direct us to the very beginning of where it all started - our baptism!

To begin this year on the right spiritual footing, we must go back to the beginning when we were presented to the Church by our parents for Baptism. As we were baptized in the name of the Most Blessed Trinity, Father, Son and Holy Spirit, each of us became a child of God, a light to the world, one clothed with the Risen Christ. Throughout this New Year we need to remind ourselves of our identity in Christ Jesus.

In this New Year, 2020, we must remember that we are renewed and empowered by the death and resurrection of Christ by way of the Sacrament of Baptism. We must be reminded of the high dignity to which we have been called. As Pope Francis has stated in rega rd to “living” the Sacrament of Baptism: “What a great gift and what a great responsibility.”

With a renewed sense of hope, let us take these early steps of our journey into the New Year with a greater love and commitment to Christ. May we realize our rol e and our “great responsibility” of being sent to be proclaimers of the Good News. Let us go in peace, entrusting this New Year to Mary, Mother of God and Mother of the Church, as we glorify the Lord by our lives!

Happy New Year!
Bishop Cott a † Office of Bishop Myron J. Cotta, D.D.

Reflexión del Obispo - Enero 2020 Un Feliz y Bendecido Año Nuevo a todos! Al dar la bienvenida al Año 2020, y participar en el gozo y desafíos del Año Nuevo, estemos abiertos a las gracias que Dios tiene reservadas para todos nosotros; clero, religiosas y laicos de la Diócesis de Stockton. Al comenzar el Año Nuevo, el mes de e nero puede ayudarnos a poner el acento a todo el año. La solemnidad de Navidad y las celebraciones de enero guían nuestros pasos espirituales en nuestra jornada hacia el 2020. En el primer día de enero, recordamos el papel de la Santísima Virgen María. Con la solemnidad de María, Madre de Dios, la Iglesia dirige nuestra atención a la protección e intercesión de Nuestra Señora al comenzar Año Nuevo. Después, con la solemnidad de la Epifanía del Señor, estamos llamados a hacer un esfuerzo más en el Año Nuevo e imitar a los Magos y “adorar” a Jesús nuestro Señor en nuestras vidas. Si vamos a proclamar el Evangelio a sus discípulos, debemos estar dispuestos a crecer en nuestra relación con Jesús. En este Nuevo Año Estamos llamados a entregar nuestros dones y talentos al Señor. Al igual que los Magos fueron advertidos en un sueño de regresar a casa por otro camino, nosotros también debemos comenzar este año por un camino diferente. Debemos evitar los desvíos que nos distraen del “Camino.” Este año 2020, nos pedirá dirigir nuestras vidas juntos tomando una jornada que nos llevara hacia un camino de arrepentimiento, conversión continua y evangelización. Esta es una ruta con desafíos, pero al mismo tiempo, llena de oportunidades, llena de bendiciones. Estas oport unidades nos ayudaran a crecer en santidad. A través del año debemos perseverar en el camino recto para poder evitar los obstáculos espirituales y tropiezos a lo largo del camino. Al hacer esto, nosotros, como Magos, estaremos liberados y escaparemos de l as trampas del “espíritu de Herodes” que intenta engañarnos y destruirnos. Al seguir la Epifanía, celebraremos la Fiesta del Bautismo del Señor. ¡Aunque el tiempo de Navidad llegara a su fin con la Fiesta del Bautismo de Nuestro Señor, nos dirigirá al p rincipio donde todo comenzó – nuestro bautismo! Para iniciar este año con una base espiritual apropiada, debemos regresar al principio cuando fuimos presentados a la Iglesia por nuestros padres en el Bautismo. Al ser bautizados en el nombre de la Santísi ma Trinidad, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, cada uno de nosotros se convirtió en hijo de Dios, luz para el mundo, revestido con Cristo Resucitado. A lo largo de este Año Nuevo debemos recodar nuestra identidad en Cristo Jesús. En este Año Nuevo, 2020, de bemos recordar que somos renovados y fortalecidos por la Muerte y Resurrección de Cristo por medio del Sacramento del Bautismo. Debemos recordar la gran dignidad a la cual hemos sido llamados. El Papa Francisco ha declarado con respecto a “vivir” el Sacram ento del Bautismo: “Que gran don y que gran responsabilidad”. Con un sentido renovado de Esperanza, tomemos estos primeros pasos en nuestro camino hacia el Año Nuevo con un mayor amor y compromiso con Cristo. Que nos demos cuenta de nuestro papel y nuest ra “gran responsabilidad” de ser enviados a proclamar la Buena Nueva. Vayamos en paz, entregando este Año Nuevo a María, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, ¡mientras glorificamos al Señor con nuestras vidas! ¡Feliz Año Nuevo! Obispo Cotta